Javi y yo somos una pareja poco convencional y nos encanta probar cosas nuevas. Hace poco, comenzamos a practicar acroyoga, una disciplina sumamente divertida que mezcla las acrobacias y el yoga.
Yo soy la persona menos deportista del planeta y probablemente tengo dos pies izquierdos, así que ya se imaginarán los epic fail que resultaron de los primeros entrenamientos. El acroyoga se rige en la confianza de pareja, y sobre todo el hombre, quien juega el rol de base, tiene que tener plena seguridad de practicarlo con su novia, pues una mala caída puede dañar zonas sensibles (la experiencia los hará entender, como a nosotros).
Nosotros de por sí tenemos una gran conexión, al punto que él puede saber si algo me molesta sin que se lo diga o en qué momento tengo antojo de algo en concreto. Lo que más me impresiona, es que Javi siempre se despierta segundos antes de que me dé una pesadilla y me despierta con muchos besitos para quitar ese mal sueño. Yo, por mi parte hago lo propio, y lo conozco a tal punto que sabía muchas cosas de él que mi precioso ni siquiera notaba (como que tiene un talento nato para componer y dibujar; además, apuesto a que será un gran arquitecto).
Partiendo de ello, quisimos ver qué tanto reforzaba nuestra seguridad en la relación esa actividad, y puedo asegurarles que, no solo nos unimos muchísimo más, sino que, ganamos agilidad, fuerza, flexibilidad, resistencia y una alineación correcta (aunque las primeras veces caí directo a su pancita y estuvimos alrededor de media hora muriéndonos de risa).
Esta práctica disminuye la ansiedad y lo importantísimo es que se convierten en uno solo, porque inclusive tienen que respirar en el mismo segundo para no perder el equilibrio. Es una carga energética para ambos y te ayuda a permanecer en el presente.
Puedo asegurarles que me siento super feliz de haberlo descubierto con él, porque me ayudó a superar algunas inseguridades y limitaciones propias, y el vínculo que desarrollamos es impresionante: prima el cuidado del otro junto con una comunicación clara y directa, inclusive solo con miradas. ¡Es apoyar y ser apoyado! Lo super recomiendo.
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